APPENDIX I HONORARY DOCTORATE SPEECH AT THE UNIVERSITY OF MADRID The speech was delivered in German on 8 March 1923, and published the next day in ABC, Madrid. DISCURSO DE EINSTEIN Tantos son los honores y testimonios de cálida simpatia que se me han tribuado durante mi estancia en Madrid, que apenas, encuentro palabras para expresar mi agradecimiento. Solamente quiero decir que por este nombramiento de doctor honoris causa de vuestra Uni- versidad me siento estrechamente unido a ella, y tomaré tanto interés en su prosperidad como los que en ella se iniciaron en las ciencias. Han penetrado ustedes tan profunda y cariñosamente en mis estudios cientificos en lo que han tenido de éxito, que no necesito agregar nada a este respecto. Quizá será mejor que meditemos en esta ocasión sobre cuáles son las fuerzas interiores que nos impulsan a la in- vestigación cientifica y nos conducen a resultados positivos y cómo los apreciamos. A mi juicio, la contestación a estas preguntas será muy distinta según el temperámento del inves- tigador. El ideal de todos es el dominio intelectual más completo de todas las diversidades conocidas empiricamente, por medio de un sistema de conceptos genéricos (Begriff-Sys- tem), aplicados lo más uniformemente posible. Pero la tendencia de algunos se dirige con preferencia al cabal conocimiento de las diversidades, y la de ótros, a la unificación de la Ciencia. Yo pertenezco a los representantes más extremos de esta última tendencia. El he- cho aislado no me interesa más que en relación con el sistema fundamental de las ideas. Por ejemplo: tan pronto me convencí de la exactitud en cierto sentido de las ecuaciones hidro- dinámicas, no me interesaban los problemas hidrodinámicos más que en cuanto podían am- pliar algo la esfera de acción de este sistema de ecuaciones. Lo mismo me sucede en todos los órdenes. Esta parcialidad del interés que brota de una fe profunda, casi religiosa, en la unidad y simplicidad de los principos de la estructura del Universo, ha determinado toda mi labor científica. Esta fe me ha dado la fuerza para dedicar toda mi actividad al estudio de problemas que parecian casi insolubles, a pesar de largos años de frustrados intentos. Tales hombres, por