D O C . 4 6 7 F L E T T N E R S S H I P 7 3 3 que llega a cero. Es evidente que, según nuestro principio, en A la presión es, a cau- se de la gran velocidad, menor que a mayos distancia del orificio reina en A una subpresión contra la capa de aire más distante que permane inmóvil. Cuando un tubo abierto en sus dos extremos (R) penetra con su extremo superior en la zona de grqan velocidad y el interior se encuentra en un recipiente lleno de un líquido, la subpresión que hay en A absorbe el líquido y lo empuja hacia arriba y este líquido, cuando abandona el tubo en A, se propaga en pequeñas gotas y es arrastrado por la corriente del aire. Contemplemos, después de esta consideración preliminar, el movimiento del lí- quido en el caso de un cilindro de Flettner. Z representa un cilindro visto desde arriba. El viento sopla en la dirección indi- cada por las flechas, debe hacer cierto rodeo alrededor del cilindro Z y fluye por los puntos A y B con igual velocidad. Tiene por eso que reinar la misma presión en
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